A continuación presentamos las caracterizaciones resultantes de cada una de las acciones colectivas:

Los(as) integrantes de las acciones colectivas Batucada Batu Kilelé, La Cuadrilla Murguera
Bogotana, El proyecto laboratorio Hip-hop/Banda Rap-Core-Periferia, el Circo La Bocanegra y la
Escuela de arte-El círculo hip-hop, han transformado sus formas cotidianas de vida, porque lo que
hacen les ha permitido encontrarse con otras cosas: han vivido la emancipación y la libertad y la
autonomía, han experimentado y han vivido procesos organizativos al interior y avanzan en la
construcción como colectivos.
Desde estas problematizaciones pasan por el yo, el nosotros(as) y han logrado construcciones,
coherencias y cohesiones, personales y colectivas construyen valores contraculturales cada
integrante es el cimiento de un edificio; el cual se está construyendo, sin cada uno de sus
integrantes, los cuales han participado en estas construcciones, los grupos no, lo son, han cambia
de actitudes para pasar a Ser otros(as).
Una vez recogida la información a través de las tres estrategias de recolección; se adelantaron las
transcripciones y la organización de esta misma; para entrar a la etapa de interpretación y análisis
desde el método del ACD. El equipo y semillero de investigación ha venido constatando a través de
la interpretación de los datos: RAES, rejillas, transcripciones tanto del proceso de los círculos de
estudio y trabajo pedagógico como de las entrevistas narrativas radiales, que las experiencias
tanto pedagógicas, políticas, teóricas, prácticas de BatuKilelé, cuadrilla murguera bogotana, Banda
rap-core-periferia-laboratorio hip-hop, circo La bocanegra y escuela de arte-el círculo hip-hop han
venido configurando los usos del arte en la cultura popular para movilizar socialmente y las
transformaciones de vida cotidiana, evidenciando que se trata de vencer la dominación que tienen
el modelo político neoliberal en los barrios y en las comunidades de Bogotá y Colombia:
permitiendo entender que: en esta época estamos viviendo la barbarie y se expresa en:

• a) Quitarles la vitalidad a las personas.
• b) Despreciar la vida.
• c) A someter unos a otros.
• d) Humillar.
• e) Hacer perder el ánimo y la fuerza de la gente.

Las prácticas de las acciones colectivas del estudio han mostrado cómo en esta época nos hemos
acercado, agrupado entre los que tenemos y estamos privados de la libertad por un lado, por la
dominación del patrón en el barrio, del empleo, de la familia, de las relaciones de pareja, de las
disputas por el territorio, en las cárceles, en los hospitales y por el otro lado, quienes andamos en
secreto, estamos escondiéndose, huyendo, alejándonos de los territorios, de las instituciones, de
la escuela por miedo a perder la vida, para evitar los daños por las desapariciones, torturas y
asesinatos.
A través de ellas, hemos entendido que en la época de la barbarie el cuerpo y sus células son el
blanco del tiro: se matan, se violentan, se apoderan, se adueñan de los cuerpos. Las acciones
colectivas han vivido los impactos y los efectos del modelo dominante neoliberal del capitalismo
global desde la falta de oportunidades para tener un buen vivir, el hostigamiento, la persecución y

la exclusión a partir de los estereotipos sociales por hacer uso del espacio público para sus
ensayos, para consumir licor y mariguana, sus formas de vestir, su generación.
De otro modo, han visto atravesadas sus formas de Estar y Ser, lo cual se refleja en los
“desencuentros con la vida y las tensiones entre el trabajo y el estudio”. Las violencias
estructurales materializadas en las interseccionalidades de las violencias, las violencias de género,
las violencias de la ciudad, las violencias de la guerra interna, en los abusos y las muertes violentas,
las cuales han arrebatado la vida a personas luchadoras cercanas a los integrantes de las acciones
colectivas durante el paro nacional, muertes sin justificación, solo porque alguien siente el poder
de quitarle la vida a otra persona, experiencias que desafían la vida de lo(as) amigos(as)
cercanos(as) que han estado en medio de prácticas de narcotráfico y a causa de ello; perdieron la
vida.
Estas violencias estructurales también están manifiestas en las relaciones cotidianas en la familia,
en el barrio, la comunidad, en las instituciones educativas, en la ignorancia y la falta de consciencia
de las personas en cuanto a estas, han vivido los micromachismos, igualmente en la preocupación
por la inconsciencia con el consumo, en las dinámicas sociales con las cuales no se cuida de
nosotros(as) mismos( as).Dice: Alejandra 2022 “cuando lo que yo le meto a mi cuerpo, este, está
cargado e impregnado en el entorno con muchas formas de consumo, de Spa, este es el cuerpo de
las ideologías.
Los integrantes de las acciones colectivas, los cuales vienen haciendo usos del arte para movilizar
lo social y transformar formas de vida cotidiana, señalan que también han sido atravesados sus
cuerpos con los abusos, las estigmatizaciones, los machismos, las actitudes misóginas y la
exclusión que se encuentra tanto al interior de los procesos, como en “la calle” como por ejemplo:
la inseguridad víal por la cual, han muertos sus amigos(as), las violencias naturalizadas, la
normalización de la guerra; las injusticias, las cuales se observan en las problemáticas sociales con
las cuales conviven en sus entornos: la desescolarización, pobreza cultural, la falta de accesibilidad
a los espacios culturales, las ideas de dominación, el patriarcado e individualismo, la devastación
de la ciudad, la angustia y el miedo.
Para Mbembe (2000) la barbarie nos tiene desesperanzados(as) y resulta que, en la esperanza está
el motor para ser un Ser feliz. Sabemos cuándo se debilita la esperanza quedamos con la idea de
que, “Todo está perdido y no hay nada que hacer” y entonces hemos caído en el pesimismo y
hemos creído “que no vale la pena, hacer nada”.
Hemos perdido y tenemos débil la capacidad humana de ver, percibir y creer, las cosas que
ocurren no son asombrosas, ni aterradoras, que lo que ocurre está lejos de nosotros, que les
ocurre a otros(as). Estamos incrédulos.
Además, nos han desgarrado los límites de nuestra imaginación, con rabia, los nervios, la
alteración del ánimo con sentimientos de pena y culpabilidad, generando pensamientos externos:
como quitarnos la vida, o quitar la vida, enfriamiento por la vida.
Al apoderarse de los cuerpos, nos han quitado los sueños y deseos. Se le da el poder a otros(as)
para que sueñen y cumplan nuestros deseos: El sicario, el hechicero y al consumo.

El consumo tiene el poder de los cuerpos individuales y grupales, los ponen bajo su poder con el
goce físico, espiritual producido por el gusto, las percepciones y visiones.
Las violencias privadas, sostienen la guerra para montar mercados y circuitos financieros, quienes
vinculan mujeres, comunidades negras e indígenas y campesinas, niños, niñas, migrantes etc, etc y
dar continuidad al racismo, machismos, xenofobia expresada en odios incontrolables por los
extranjeros. La sociedad capitalista necesita de todo esto, para seguir sosteniéndose, mantenerse
en la fuerza, que destruye, allí está la complejidad de esta época para seguirse sosteniendo y se
vuelve bárbara y brutal.