La movilización social

Indagar sobre la categoría de análisis de movilización social exige dialogar con las ideas teóricas, los autores(as) y enfoques de la categoría acciones colectiva.

Las acciones de protesta social son dirigidas principalmente en contra de un modelo económico, político, sobre el sector rural, urbano y en derechos, las protestas no se explican como una reacción, suponiendo una causalidad simple entre las condiciones económicas y la acción colectiva. La acción de protesta se explica por la convergencia de tres variables, las oportunidades políticas que provee el contexto, los procesos organizativos y los marcos de acción colectiva. 

Las protestas sociales, están definidas por particularidades, comparten contextos generales caracterizados por las oportunidades políticas que abren el tránsito entre los estilos de los gobiernos, que alientan expectativas, al mismo tiempo generan frustraciones con el objetivo de alcanzar el desarrollo, el antagonismo entre las elites, las alianzas que sustentan la hegemonía política y abren la posibilidad y la oportunidad para la protesta y la creciente des legitimización del sistema político, entre otros aspectos. No solo las oportunidades del contexto, aseguran la producción de la acción colectiva, el incremento de la protesta no es posible, si no se adiciona a los procesos organizativos enrolando personas que en otras circunstancias no se hubieran movilizado. Los marcos de la acción colectiva explican la realidad y articulan sus demandas y sus apoyos.

(Cruz, 2014, p.268)

Las acciones colectivas componen la cultura politica de la protesta como un proceso sistemático y de diversas naturalezas justificado en la participación social y en la manifestación pública. Son modalidades y estrategias producidas por los sujetos colectivos para enfrentar las violencias de Estado, están concebidas como acciones políticas intencionadas para hacer oposición a la dominación hegemónica, la cual se perpetua con la violencia.

La anterior idea concurre con la de Melucci (1985) 

la acción colectiva, en sentido estricto, está definida por la presencia de una solidaridad, es decir por un sistema de relaciones sociales que liga e identifica a aquellos que participan en él y además por la presencia de un conflicto. La acción colectiva es el conjunto de las conductas conflictuales al interior de un sistema social.
Ella implica la lucha entre dos actores colectivos, cada uno definido por una solidaridad especifica que se enfrenta por la apropiación y la destinación de los valores o recursos sociales. La acción colectiva comprende también todas las conductas que infringen las normas institucionalizadas en los roles, que desbordan las reglas del sistema político y /o atacan la estructura de las relaciones de clase de una cierta sociedad (p.99).

(Zibechi, 2013) la movilización social, nace en las relaciones cotidianas de cara a cara y desde los modos de ver el mundo, incluye malestares generalizados y de forma masiva causados por las alzas, la presión del consumo y las injusticias. En la vida cotidiana de los sectores populares están surgiendo distintas maneras de hacer la movilización social y la ‘protesta’ distinguiéndose de las formas convencionales de organización(Organizaciones sindicales y partidarias) las cuales se crean en colectividades políticas ‘pequeñas’ con reconocimiento, integradas por mujeres y hombres jovenes, traspasa los límites del territorio barrial y ciudadano, se hacen cada vez más públicas, comunes, firmes y estables con modos de ‘acción y organización tradicional’. “Cuando surge una nueva cultura política, lo hace contra una cultura hegemónica de la cual necesita diferenciarse.” (p.32).